«Hemos vivido el campamento como una familia unida», así definía Transito, voluntaria de cocina, el campamento que han vivido las parroquias de Pozoblanco y Villafranca de Córdoba. «En el campamento hemos experimentado el amor con mayúsculas», para ambas parroquias han sido unos días de encuentro con el Corazón de Jesucristo. Durante estos días, alrededor 120 niños y jóvenes han vivido una experiencia de Iglesia Joven.

Pedimos al Señor por todos ellos para que nunca se suelten de la Mano de Jesús y María